Una experiencia tremenda en vacaciones. Segunda parte.

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Me desperté cerca de las once de la mañana, mi esposa Sofía aún seguía dormida acurrucada junto a mí. De inmediato sentí las molestias de la resaca por la tremenda borrachera de la noche anterior; comienzan a llegar los recuerdos juntos con un mundo de sentimientos encontrados. Me sentía burlado, sentía celos, vergüenza y enojo, pero al mismo tiempo un fuerte sentimiento de morbo.

 

Me preguntaba – ¿habrá sido un sueño o realmente Sofía estuvo con esos dos hombres? – todo se aclaró minutos después cuando ella despertó; después de quejarse un poco de la resaca y despabilarse, me mira de forma acusadora y me pregunta – ¿estás consiente de lo que hicimos anoche? – rápido me defiendo, diciendo – hicimos no, hiciste tu ¡ah, no! – contesta ella – ¡tú propiciaste todo, les dijiste que somos un matrimonio de amplio criterio y liberal, por eso ellos se tomaron todas esas libertades y tú no lo impediste!😍

 

Trato de defenderme diciendo – yo estaba muy tomado y no sabía lo que sucedía, menos aún entendí lo que me preguntaron.

 

No estaba en condiciones de razonar y detenerlos pues yo también estaba muy tomada y no estaba en condiciones de resistirme, y menos aun mirando que tú les dabas autorización para hacerme lo que quisieran – argumenta ella, y sigue diciendo – yo muchas veces te hacía señas mostrándote lo que me estaban haciendo esperando que intervinieras, pero vi que te estaba deleitando lo que mirabas y, yo no soy de hielo, tú lo sabes.

 

Me comencé a excitar y me deje llevar. ¡No me digas que no notaste como me estaban manoseando por debajo de la mesa frente a ti! – esto me sorprendió, porque no lo había notado. Me dice Sofía – después de que bailó Antonio conmigo, ya viste que se sentaron uno a cada lado mío y me separaron de tú.

 

Allí estuvieron bajo la mesa agarrándome todo, luego se sacaron el pene y tomaron mis manos para que se los agarrara. ¡Tú lo viste, no me digas que no, porque Javier te dijo que Antonio estaba muy pesado, me acuerdo bien que eso te dijo! – no encontraba yo la manera de justificarme, pues mi esposa tenía razón, pero en mi borrachera no entendí todo eso que sucedía. 😜

 

Guardamos silencio un buen rato, cada uno meditando en lo sucedido, hasta que me pregunta Sofía – yo entiendo que estés enojado, pero entiende que no todo es mi culpa. No estoy enojado – le contesto yo – sé que no supe protegerte y estoy avergonzado contigo y no puedo culparte – aquí, las cosas dieron un giro inesperado, y esto es lo que marcó el rumbo de muchas cosas que sucedieron en los siguientes años.

 

Sofía se fue a bañar y regresa, se acuesta a mi lado aún desnuda y me muestra un chupetón en su seno izquierdo y me dice – te quiero confesar algo y espero no te molestes dime – le contesté y ella me dice – no te culpes tanto, yo también tuve mucha culpa. ¿Recuerdas aquellas fantasías que nos hacíamos al ver películas xxx? Todo eso se me vino a la mente cuando bailaba con Javier, y cuando le toque su cosa a Antonio, me acordé de aquellos actores con pene gigante y quise probar si lo soportaba. Estaba tomada y me excite muchísimo.

 

Y te confieso algo más, yo lo disfruté. – sería muy largo de narrar toda la conversación que tuve con mi esposa, pero yo también le confesé que sentí cierto placer morboso al ver como la tomaban, esto era verdad, pero le mentí diciéndole que yo también disfruté mirándola gozar. 😎

 

Te gustó ver como Antonio me agarró empinada y me clavo ese trozote

Un gran error de mi parte, yo lo hice para tranquilidad de ella, pero lo tomó muy en serio y aquí surgió otro rasgo de su personalidad que no le conocía – ¿de verdad? – pregunta ella y, al decirle que sí, continúa muy emocionada – entonces seguro que te gustó ver como Antonio me agarró empinada y me clavo ese trozote, ¿lo viste bien? ¡Grueso como una botella de refresco! ¡Yo creí que no me iba a caber! Pero lo aguanté muy bien.

 

Sigue muy excitada platicando y describiéndome todo lo que le hicieron, sin darse cuenta que en realidad lastimaba mi dignidad y hombría. Casi me violó de tan excitada que estaba y yo muy sorprendido, pues nunca la había visto así. Eran casi las dos de la tarde y recordé que Antonio y Javier quedaron de pasar por nosotros para ir a comer juntos y, en efecto.😍

 

Llegaron cuando aún no nos arreglábamos para salir y sin ningún empacho se pasan a la habitación. Yo andaba en short y mi esposa envuelta en una toalla, pero también ella, sin ningún empacho se comienza a vestir frente a ellos de la manera más natural del mundo sin tomar en cuenta mi desagrado. Fuimos a comer y, debo reconocer que Antonio y Javier se portaron muy discretos ante la gente que nos rodeaba.

 

Mostraron mucho respeto a Sofía y no dieron a notar ninguna confianza excesiva, eso me agradó y desde luego a ella también. Nos comentaron que esa noche de domingo, habría en el salón de baile música romántica por si deseábamos ir a bailar.

 

Yo les dije que no estaba en condiciones debido a la desvelada y la borrachera de la noche anterior, pero Sofía les dice que ella está en duda y que ella les marca a su teléfono de la habitación una hora antes. Esto no me agradó, pero no dije nada. 😁

 

Pasamos el resto del día en la playa y luego las albercas y antes de oscurecer nos fuimos a cenar y luego a la habitación. Al día siguiente retornaríamos a casa y era nuestra última noche ahí. Ya en la habitación, le pedí a Sofía me aclarara lo que quiso decir con no estoy segura.

 

Me dice – quiero ir, pero no quiero ir sin tu permiso – nunca le había levantado la voz, pero esta vez casi lo hice al decirle – después de lo que pasó anoche ¿quieres volver a salir con ellos?

 

Mucho hicimos con acompañarlos a comer, y lo hice solo por cubrir las apariencias, para que no hieran mofa de nuestra ingenuidad. – ella insiste – déjame ir, quiero estar segura de algo y la única manera es estando sola con ellos. Estoy confusa, quiero saber si lo que hice fue por la bebida o si realmente lo deseaba. 💋

 

Me tomaré, si acaso un par de copas, no quiero embriagarme, quiero estar en mi juicio y saber que es realmente lo que quiero – trato de presionarla diciendo – ¿te das cuenta que lo más probable es que termines con ellos en la cama de nuevo, no te importa? ¡A mí sí! – con lo que dijo enseguida, me dio el tiro de gracia.

 

Me dijo – mira, no puede pasar algo que no haya pasado ya anoche y recuerda que tú lo permitiste y lo disfrutaste, yo también lo disfruté, y quiero saber si lo hice porque quise o por complacerte o ambas cosas.

 

A final de cuentas no se me va a quitar nada, no se me va a tapar aquello, así como a ti no se te cayó un pedazo de pene por meterte con josefina, y yo nuca te hice drama por eso, es más, ni siquiera te reclamé – ¿tu sabias eso? – le pregunté asombrado – sí – dice ella – supe que te metiste con ella y también de la señora del restaurante y de su mesera, pero como no cambiaste conmigo y por no tener problemas, no te dije nada; me aguante y nunca te reclamé.đŸ€Ł

 

Nunca me imaginé que supiera de mis andanzas

Te lo digo ahora por lo que se ofrece, así como tú, yo también tengo derecho, pero yo no te lo oculto ni quiero engañarte nunca. Quiero hacerlo con tu consentimiento. – nunca me imaginé que supiera de mis andanzas. ¿Qué más sabría? Nunca me ha dicho, pero ya no pude prohibirle nada desde ese momento. Le dije que podía ir y divertirse y acordamos que desde ese momento no habría secretos entre nosotros.

 

Platicamos muchas más cosas y acordamos muchas más cosas, nos sinceramos y nos comprometimos a no esconder nada de nada el uno del otro, pero también a no escandalizarnos por lo que uno u otro deseara hacer. Esto lo propuso ella por mi engaño y tuve que aceptarlo. A las nueve de la noche Sofía les habla y les dice que pasen por ella. Me promete que si no se siente cómoda, regresará antes de las 12. Total, ellos llegan, se van y yo me quedo viendo una película. 😍

 

Dan las doce, luego la una y mi esposa no regresa, comienzo a sentir una punzada en el estómago, una sensación rara al preguntarme: ¿que estará haciendo? Y empiezo a sentir un deseo tremendo de estar ahí con ellos, y las imágenes de la noche anterior vuelven a mi mente y deseo con ansiedad ver que le están haciendo y que está haciendo ella. Inconscientemente comienzo a masturbarme imaginándola empinada, luego montada sobre Antonio y clavada en esa enorme estaca.

 

Eran unas emociones difíciles de describir, creo que solo quien lo haya vivido podrá entenderlo, el caso es que era angustiante ver pasar el tiempo y que ella no regresaba. Dan las dos, luego las tres y casi a las cuatro de la mañana los escucho llegar.

 

Veo que, en efecto, Sofía no viene tomada, pero si con las mejillas ruborizadas y una mirada muy especial. Antonio me dice que se despide de nosotros desde ese momento, porque dormirán hasta las 12 del día, porque a las dos ya deben tener el autobús listo para regresar con su gente a cargo. 😎

 

Me dice – ya le pasé mi número a tu esposa y ella me dio el suyo, para cuando viaje cerca de tu ciudad hablarles y ver si puedo visitarlos. – se despiden muy respetuosos y agradecidos con nosotros y se van.

 

Hasta entonces mi esposa había estado en silencio, pero ahora me abraza muy efusiva diciéndome – ¡vengo feliz! – y comienza a relatarme todo lo que hizo. Me dice – – lo disfrute mucho más ahora, sin alcohol, ahora sé que nací para ser una puta. ¡Me hubiera gustado que estuvieras ahí! Te habría encantado. ¡Mira esto! – se recuesta junto a mí, levanta una pierna y pone mi mano en su vagina.

 

¡Está totalmente empapada de fluidos!

Me dice – la traje así para ti. He leído que a muchos maridos les gusta tomar a su mujer recién usada y quiero dártelo a ti así, mojadito de otros. ¡Ven! Yo sentí repulsión al sentir tanta humedad, pero ¿cómo se lo decía? Seguro que se ofendería. 💋

 

Al ver mi indecisión, me dice – te traigo algo más. ¡Mira! – pone mi mano en su trasero y lo sentí completamente dilatado, de manera que mis dedos entraban fácilmente ahí – ¿qué sucedió? – le pregunte alarmado, y me cuenta que sin pedirle permiso la usaron por el trasero.

 

Sentí una gran desilusión, pues a mí aun no había aceptado dármelo, pero su argumento fue: no me lo pidieron, y solo lo tomaron. Se puso muy apasionada, me relato como se turnaron para tomarla uno y otro, según ella Javier se vino tres veces el ella, dos en su vagina y una en el trasero.

 

Antonio dos, una en la vagina y otra en el trasero. ¿Cómo se lo pudo meter siendo tan grueso? Me dice que le sufrieron, pero que con una crema con anestesia o algo así lo pudo soportar. 😁

Después, dice ella: el de Javier ni lo sentía ja ja ja ja. A pesar de mis escrúpulos por estar tan mojada de todo eso, logro encenderme y tuvimos sexo. ¡fue una experiencia inolvidable! En los siete años de casados, nunca se me había entregado con tanta pasión, aún después, ya en casa, seguíamos platicando del asunto y en cada ocasión me relataba detalles que le gustaron y se encendía tanto que yo mismo propiciaba que me los volviera a relatar.

 

Total que, al paso de los meses, esta experiencia fue siendo insuficiente y llegamos a desear algo nuevo. Pero eso se los cuento después, porque aún hay mucho más.

 

Si alguien lo desea, este relato fue extraído de toprelatos.com 

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