Hola amigos, compartimos con ustedes nuestra historia que aunque quizá no encuentren muchos detalles sexuales, si nos abrimos a ustedes narrando cómo fue que iniciamos en el ambiente swinger como pareja cuckold. Uno de los motivos por los que compartimos este secreto con ustedes es porque tenemos curiosidad por saber cómo fue el proceso de otras parejas. En nuestro caso sí fue bastante complicado y todo por falta de confianza y comunicación, pero mejor empiezo de una vez. 

Hace años mi esposo y yo nos separamos y tengo que admitir que pase por un periodo bastante oscuro de mi vida. Yo culpaba a mi esposo de nuestros problemas y en mi tonta inmadurez decidí serle infiel aun cuando todavía estábamos casados, simplemente para faltarle el respeto y tratar de humillarlo.

Empece a salir con varios de sus compañeros de trabajo y me acosté con algunos de ellos, no voy a contar todos los detalles de aquellos meses sino de la noche especifica que como dije en el titulo tuve sexo con 3 hombres diferentes. 😘

En esos días coincidió que Dylan, un amigo mío de la adolescencia, artista plástico, letrado y ahora también amigo de mi esposo, se encontraba en la ciudad exponiendo una de sus obras. 

En la adolescencia, Dylan se esmeraba tanto por cogerme como yo por rechazarlo y es que en ese entonces él, a su corta edad, ya se había operado para no tener hijos y para mí la idea de estar con un hombre que no me daría hijos era algo inconcebible, pero después de los años esa idea no me parece tan descabellada y menos tratándose del hombre tan excitante en el que se ha convertido.

Nuestro amigo en común es un hombre que ha disfrutado del ambiente liberal  viajado por el mundo, exponiendo sus obras y cogiendo con cuanta mujer se le abre de piernas sin la preocupación de comprometer su libertinaje al embarazarlas y sumando ese estilo de vida a las ganas de vengarme de mi esposo, surgió en mí la fantasía de convertirme en una de las tantas hembras de piernas abiertas de mi cotizado amigo.

Esa noche una amiga celebraba su cumpleaños en nuestra casa y aunque no comprendí bien porque insistió tanto en que la parranda fuera en mi casa, después de analizarlo, lo comprendí.

Resulta que Valería, mi amiga, es la chica unicornio pansexual, tan sexy como pervertida que sin dificultad sería la fantasía hecha realidad de hombres y mujeres, casados o no. Es tan liberal que en ocasiones me sorprende de lo que es capaz por saciar su lujuria y esa noche su plan o mejor dicho, su fantasía era que mivenganza contra mi esposo fuera engañarlo tenniendo sexo con nuestro amigo en la propia cama complice de varias noches de pasión con mi esposo. 

Ya estando casada, Dylan y yo ya habíamos tenido algo de cachondeo en el carro, o en su casa cuando por cualquier razón nos quedábamos solos, pero nunca llegamos a tener sexo y menos en la casa que compartía con mi esposo. 

Dylan llegó temprano a la casa y probablemente por la minifalda cortísima y sandalias muy sexys que me puse para la fiesta él se pueso muy caliente y sin tanto rodeo tuvismos sexo. El sexo fue bueno, Dylan era un caballero, ambos nos besamos muy apasionadamente, nos dimos sexo oral, caimos en la cama y él me agarro por las piernas y las caderas y me hizo su mujer muy apasionadamente encima de la cama.

La verdad es que el amigo Dylan me gustaba, así que tengo que decir que me esmeré en complacerlo acariciándolo con los pies y lamiéndolo. Al final lo hice venirse bastante fuerte, lo cual me causó mucha satisfacción como mujer.

Sin embargo, a pesar de los múltiples orgasmos que me generó con sus embestidas y de haberle sido infiel a mi esposo con su propio amigo y en la misma cama considerada el nicho de amor, yo seguía sintiendo la necesidad de vengarme de mi esposo. El pasar tantos años al lado de un hombre sin personalidad propia, que solo se enfocó en consentirme y cumplir con todos mis caprichos sin buscar su propio crecimiento, es algo que me genera un cúmulo de sentimientos de aberración y odio hacia él. Lo que acababa de suceder sería para mi esposo como uno de mis caprichos más que él felizmente me festejaría.

Salimos de la habitación juntos y algunos invitados ya se encontraban platicando por el lugar y por supuesto, los que nos vieron salir juntos, se dieron cuenta que acabábamos de tener sexo. Recibí algunas miradas juzgadoras de personas que sabían que estaba separada de mi marido pero la verdad no me importó. Si supieran lo que pasó después esa misma noche creo que me hubiera ganado a más de un hater.

La noche siguió avanzando y la verdad yo empezó a tomar y bailar

Por supuesto que de la manera como estaba vestida muchos hombres me miraban las piernas y el culo con ganas de empujarme a un cuarto y violarme. Tengo que admitir que me gustaban esas miradas y aveces hasta las provoque

Cerca de las 11 de la noche, otro hombre, Carlos me había estado sacando a bailar insistentemente. Yo conocía a Carlos a través de mi marido también y Carlos empezó a ponerme las manos en las caderas, a tratar de besarme el cuello y a susurrarme en el oído que quería llevarme a un cuarto para comerme toda.

Dylan, quien era mi acompañante en la fiesta, se había distraído conversando en la terraza con otras personas Y Carlos aprovechándose de mi separación con mi esposo y la ausencia de Dylan comenzó a beber más rápido haciendo que yo yo también me tomara mis bebidas a su ritmo. Entre baile, bebidas y manoseo de Carlos, tuve que disculparme con él y dirigirme al baño, ya me sentía mareada. 

En el baño recordé que Dylan me dijo que quería iniciar algo formal conmigo, pero la verdad yo no tenía ninguna intención de tener nada serio con él y valiéndome de mi embriaguez y lo caliente que me estaba poniendo con las caricias de Carlos la idea de hacer una tremenda puteria y acostarme con otro amigo de mi esposo en la misma fiesta me sonó como algo de lo que no podía perderme.

Regresé a la mesa en la que Carlos me esperaba y Dylan aún no había regresado así que con una sonrisa malvada, le dije a Carlos que si no le tenía miedo a mi pareja, podía elegir una habitación vacía de la casa y llevarme ahí para tratarme como su puta en turno.

Ya se imaginaran la clase de sexo que tuvimos. Carlos me empujo contra la cama, me subió la falda, me bajo el calzón y básicamente me metió toda la verga  inmediatamente! Fue un sexo de esos de fiesta, casual, fuerte y tengo que decir que Carlos me la clavo contra la cama con todas sus ganas.

El sexo fue muy diferente al encuentro que habia tenido con Dylan unas horas antes, pero si soy sincera, me gusto que Carlos me lo hiciera de esa manera, fuerte! Hacía mucho tiempo que un hombre no me agarraba de esa manera vulgar con la falda subida durante una fiesta.

Salimos de la habitación y para mi mala suerte Dylan se había enterado de la puteria que acababa de cometer. La verdad es que hasta el día de hoy lamento un poco que Dylan se hubiera tomado nuestras salidas más en serio de lo que yo pensaba. Estaba visiblemente molesto y luego de una conversación de la que prefiero ni siquiera acordarme, se retiró de la fiesta ofendido.

Me gustaría decirles que me sentí mal por haberle hecho eso a Dylan pero estaría mintiendo, si soy sincera, sí me sentí mal por unos minutos pero como dije en un principio en ese momento de mi vida la verdad no me importaba mucho las cosas.

Carlos se había marchado de la fiesta también seguramente por miedo a que Dylan le diera una trompada. Así que me quedé sola por unos minutos conversando con mi amiga y fue ahí cuando Quique apareció!

Bueno, ya se imaginaran lo que Quique quería! En otras circunstancias me hubiera parecido hasta ofensivo que Quique se acercara a mi con obvias intenciones de querer cogerme también, sin embargo esa noche ya saben la forma como quería comportarme.

Me hice la dificil por unos minutos pero creo que tanto Quique como yo sabíamos bien en donde íbamos a terminar. Luego de reírnos, tomarnos un trago y bailar, Quique me llevó nuevamente a una habitación de la casa, supuestamente para conversar pero yo sabía bien que Quique quería meterme la verga.

Bueno, tuve sexo con Quique tambien, y ya se imaginaran la forma como Quique me agarro en esa cama, fue un sexo aun mas fuerte y salvaje de como habia sido con Carlos. Quique en un momento me volteo en la cama para ponerme en posición de perrito, me agarró por las caderas y la verdad me penetró tan brusco; aun asi le devolví toda la agresividad en el sexo y quizás puedo decir que fue una de las experiencias mas fuertes que he tenido en mi vida.

Luego de terminar el sexo, Quique me dejó toda maltrecha encima de la cama y se marchó. Yo estaba que no podía ni moverme así que me quedé dormida ahí hasta el día siguiente.

Por supuesto que a la mañana siguiente al despertarme y salir, mi amiga me miraba con una sonrisa que no se le quitaba con nada. Hasta el día de hoy no se si era una sonrisa de burla, de estar juzgándome o quizá hasta de envidia. No lo se, pero ella si sabía que habia tenido sexo con 3 hombres diferentes la noche anterior y me repetía que no podia creerlo.

Me sentí mal todo el día siguiente, la verdad me sentí como una puta y una cualquiera, pero si soy sincera poco a poco me importó cada vez menos lo que pudiera pensar la gente. Si tuve sexo con 3 hombres, ninguno me importo mucho la verdad, y ninguno me abuso porque estaba consciente en todo momento que tuve sexo con ellos. No me considero ni más ni menos mujer luego de esa noche, la verdad.

Mi esposo y yo regresamos aproximadamente 6 meses más adelante de esa noche

Yo se que él sabe que salí con algunos de sus amigos mientras estuvimos separados y podría jurar que también sabe y con lujo de detalle que cogí con algunos de ellos. Él y sus amigos se cuentan todo y conociendo lo sumiso que es mi esposo, es muy probable que haya disfrutado que sus amigos le contaran como me hicieron su putita en la misma noche.

Ya después de un tiempo y de varias conversaciones con mi esposo, pudimos expresarnos abiertamente. Yo le confesé lo que pasó con sus amigos y lo mal que me ponía su forma de ser y el me confesó que eso era algo de lo que siempre estuvo consciente, que es así por elección propia, el saberme tan puta, dominante y compartirme con otros hombres lo llenaba de morbo y que si yo aceptaba regresar, él se encargaría de satisfacer lo puta que soy. 

Y quizá por la edad o por la costumbre, acordamos seguir juntos, pero ahora con otra perspectiva de nuestro matrimonio. Nos hemos reencontrado, reconocido y aceptado como una pareja conformada por un feliz cuckold y una hotwife satisfecha sexualmente por otros hombres.

Esta es nuestra historia. Esperamos que sirva de ayuda a aquellas parejas que encuenran conflicto en reconocerse como pareja liberal. Nuestra recomendación es que se tomen un tiempo especial dentro de sus actividades cotidinas para platicar sobre ustedes mismo, sobre sus gustos y preferencias en el acto sexual, sobre sus fantasías y se vayan descubriendo poco a poco. Una vez que terminenen de analizarse como pareja sexualmente activa descubrirán lo que realmente les genera placer y podrán disfrutar juntos de los inmensos orgasmos que vivirán el ambiente swinger.

También nos gustaría leer de las parejas con experienci en el ambiente sobre la forma en que se iniciaron como swingers ¿Cómo es que descubrieron que les encanta compartir a sus parejas sexualmente? ¿Fue por un gusto en común? o ¿Alguien tuvo que convencerse o reconocerse como pareja de un lujurioso lujuriosa? En mi caso, fuí yo quien tardó en reconocerme como la puta que soy y en darme cuenta que mejor esposo no podría tener.

Texto de una pareja de amigos que en voz de ella nos narran como se iniciaron como pareja liberal.